dissabte, 29 de maig del 2010

Sí, a partir de ahora ya podremos exclamar el YA BAJAN el 22 de abril haciendo referencia que la Entrada está cerca de donde nos encontramos. Es la exclamación que rompe con nuestra ansia por asistir un año más a esa magia de colores que son nuestras Fiestas de Moros y Cristianos.

Unas fiestas que empezaron en acabar la Semana Santa, después de la Procesión de los Silbiditos. La Gloria destapa el tarro de las esencias que son ese milagro que llamamos Fiestas de Moros y Cristianos. Ya antes hemos pagado la Cruzada y realizado innumerables fines de semana con los amigos jugando a las cartas y tomándonos un golpecito. Las noches de entraditas servirán para nuestro entrenamiento festero. Que ganas tenemos que llegue el fabuloso 22 de abril.

Sin embargo, ya el día anterior, el dedicado a los músicos y a la suculenta cena de la olla con nuestros camaradas de la hilada, ya es un día de fiesta aunque todavía no lucimos nuestras vestimentas festivas, ya sea de moro o de cristiano. Antes habremos cantado nuestro Himno de Fiesta, y que gozo, emoción y simbolismo el entonar los versos de este mismo Himno: “Nuestra Fiesta ya, llamándonos está” y terminar con el “Loor, Loor, para darte esplendor ríe en la Esfera la Primavera” “ que a todos nos pone la carne de gallina. Después cenamos, oímos las últimas recomendaciones de nuestro Primer Trueno y nos vamos unos a formar y otros a dormir ya que mañana han de madrugar. Las calles en ebullición de gente, la Plaza de Dentro con mogollón de gente y todos con ansía de que llegue pronto el día 22 de abril.

Por fin llega el ansiado día. A las 6 de la mañana y después de la lectura del Ave María, la Diana que, al igual que en la Entrada lucirá su máximo esplendor por san Nicolasito para acabar en la Esquina del Piñón. Y, ya después, la Entrada, la de Cristianos, junto con la Mora el plato fuerte de la Fiesta. Partidor hacia abajo, y después de recorrer casi un kilómetro y medio, para acabar en la avenida del Glorioso Reino de Valencia y del PP. Por la tarde lo mismo, siempre que la lluvia no lo fastidie. Y que buena organización la de nuestras Entradas, cuando se llega a la Esquina del Piñón nunca se encuentran dos musicas de dos hiladas diferentes. Los miembros del Casalicio de san Jorge son muy competentes. Y siempre cumpliendo el horario y antes de anochecer ya se ha terminado la entrada de moros. Luego cada hilada monta su propia fiesta privada en sus locales o el Ayuntamiento, en la Plaza de Dentro, organiza una fiesta para todos.

Y el 23 de abril, día de san Jorge, con su Diana, procesión del Pequeñito, Misa Mayor, por la tarde otra procesión también en honor de nuestro santo patrón, y por la noche la Retreta, donde reina la más estricta organización y el respeto de los festeros hacia el público es envidiable. Y eso sin hablar de un acto nuevo, el Desfile de los Caballitos a cargo de las hiladas de Bequeteros y Realistas.

Y, finalmente llegamos a la última etapa de la Trilogía Festera: el Día de los Truenos. Después de varias escaramuzas o guerrillas por la ciudad, llegamos a las Embajadas, por la mañana la del Cristiano y por la tarde la del Moro, seguidamente una batalla de arcabucería llena las calles céntricas de Alcoy, desde san Nicolasito hasta la misma fachada de la iglesia de san Jorge.

Ya por la noche, tiene lugar la Aparición de san Jorge sobre las almenas del castillo de madera que representa al Alcoy medieval. El santo, representado por un niño, lanaza innumerables flechas de plástico sobre la supuesta población mora que está a sus pies. Los acordes, otra vez, de nuestro Himno de Fiesta atruenan en la Plaza de España: “Nuestra Fiesta ya llamándonos está….”. Seguidamente tiene lugar el último acto festero: Las Cenitas, que se prolongan hasta bien entrada la madrugada del día 25 de abril, Día del Descanso, que por la tarde algunas hiladas lo dedican a cruzar para el año que viene.

Dins d’ alguns anys, aquest text que ara ens fa somriure serà el que es publicarà. L’ estat de la nostra llengua i cultura valenciana a Alcoi és preagònic. El puntet ha guanyat.